martes, 16 de agosto de 2011

# 161


Nadie había entendido ni había confiado nunca en que yo podía aprender y prepararme para lo que fuera. La gente mira a las putas por encima del hombro. Nunca te dan una oportunidad porque piensan que has tomado la salida fácil. No se imaginan la fuerza de voluntad que se necesita para hacer... lo que hacemos. Recorrer las calles, noche tras noche; recibiendo golpes y su desprecio. Pero yo aguanté, todos se equivocaron conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario