martes, 16 de agosto de 2011
# 160
Cuando se sentó a mi lado era tan obvio que no era mi tipo ni yo el suyo que ni siquiera me sentí incómoda. Y, como no había química, nos pusimos a hablar sin pensar en nada. Y entonces no sé qué pasó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario