martes, 16 de agosto de 2011

# 162


Para mí, lo único que quedaba era el amor, y estaba bastante segura de que nunca volvería a amar a un hombre; así que iba a suicidarme. La única razón por la que no lo hice fue un billete de cinco dólares. Seguramente me lo había dado algún gilipollas por mamársela y me cabreaba pensar que si me suicidaba sin gastármelo... ¡se la habría mamado gratis!

No hay comentarios:

Publicar un comentario