martes, 24 de septiembre de 2019

# 388

Lo único que quedó fueron un montón de conversaciones borradas.
Porque ¿para qué?...
¿Para qué? seguir leyendo historias que un día parecieron real.
Nos volvimos tan extraños como esas palabras que salían de nuestras bocas.
Vacías, no llenaban ni los silencios más profundos.
Pensé que habías llegado para salvarme.
Incredula, como siempre.
Nadie puede salvo yo.
 

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