miércoles, 15 de febrero de 2012

# 255



Y entonces llegó a mi vida la película de los momentos vividos junto a ti,
escena por escena, congelando cada sonrisa y cada payasada.
Pasando rápido los momentos amargos y lentos las reconciliaciones.
Y una, y otra, y un poco más, verano, otoño, invierno, primavera, y vuelta a empezar,
uno, dos tres, seis, ocho, diez, doce, quince... y llega un momento que el tiempo
no te importa, que ni si quieras cuentas los meses porque para ti
todos los días son tan importantes como aquella fecha.
Te basta con escuchar su sonrisa al otro lado,
como si te la susurrara y sintieras el aire escapándose de sus labios.

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