viernes, 3 de junio de 2011

#84

La vida viene y te sorprende cuando menos te lo esperas. No puedes ir por el camino de la vida con linterna y lupa, sino con los ojos cerrados. Si supiéramos todo lo que nos va a suceder, perderíamos las ganas de vivir, la curiosidad de crecer. Pero eso no quiere decir que no debes tener cuidado. Lleva las manos siempre delante, para evitar los fuertes golpes. Es la única forma de que este mundo no te aburra ni pierda su encanto.

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